LA ENFERMEDAD QUE ME CURA
Cortometraje Animado
DAV III
campos trilnick
fadu
UBA
Douglas Sibbald – Michelle Clark – Magdalena Pacheco
Grupo 17
TEMA
La Identidad. La sociedad corrupta. La familia. La inseguridad personal.
IDEA
Los cánones sociales, fomentados desde la sociedad misma y reforzados por el
ámbito familiar, limitan la búsqueda de identidad de los jóvenes ejerciendo
presiones y expectativas sobre ellos.
HISTORIA BREVE
Estoy tan contento. Todos a mi alrededor parecen preocupados por mi y yo estoy
feliz. Antes estaba preocupado y sentía mucha presión por decidir quien debía
ser. Hoy eso ya no existe. Hoy ya me dieron la excusa de no necesitar ser alguien
y las ganas de hacer algo me están volviendo de manera verdadera y no forzada.
Me diagnosticaron perdida perceptiva del sonido en ambos oídos. No es una
enfermedad común. Lo médicos locales no saben como tratarla y esperan que no
se propague al resto de mis sentidos.
Extraño la música pero puedo sentirla en mi pecho cuando toco el cajón peruano.
Prefiero el silencio que los gritos de la gente y las bocinas y el caos y la mentira.
Es mas difícil mentirle a un sordo ya que escribir las cosas demanda mas esfuerzo
y mas conciencia. Muy poca gente sabe el lenguaje de los signos sordomudo. Yo
no lo aprendí y no se leer los labios. No se si quiero aprender tampoco. Ya
veremos.
Estoy yendo a encontrarme con mis padres luego de una larga vuelta por la
ciudad en el bus turístico. Tengo entradas gratis para todo tipo de eventos, ferias,
museos y viajes por mi condición de discapacitado. Cada vez que viajo encuentro
cosas nuevas que fueron construidas antes de que mi abuela aprenda a decir
perro. Si, al parecer tardó mas en decir Mama y Papá que perro. A mi me sucedió
lo mismo pero con la coca-cola. Hoy ya no la tomo porque me marea.
No me preocupo. Me ducho tranquilo. Mucho mas tranquilo que antes porque no
tiene sentido estar atento al golpe de la puerta. Yo no lo escucho y tampoco se
animan a entrar.
Llego al comedor y noto que empezaron a comer. Un hombre alto y con bigote me
sonríe mientras se para y me estrecha la mano. Yo lo saludo sin entender que
aquel hombre tan gentil sería mi mayor amenaza.
Me presentan una carpeta donde se me ofrece viajar a un Instituto para jóvenes
con condiciones especiales en Canadá. Allí me podré relacionar con gente como
yo y aprender lenguaje de signos, lectura de labios y además cumplir con un
mayor numero de estudios que yo estaba evadiendo en Bs. As.
De pronto todo cambia. No tengo excusa ya para evadir a esta sociedad que se
pelea continuamente. En todos lados es igual. Me niego a ir. La sonrisa se esfuma
de la cara de mis padres y surge la misma cara de desilusión que se mudó a su
rostro cuando dejé de escuchar. ¿Porque volver a entender lo inentendible?
¿Porque volver a relacionarme con lo corrupto, malicioso y temible del sistema?
Me levanto de la mesa sin permiso y me dirijo al cuarto de Juli. Me siento a su
lado y lo acompaño mientras él toca el teclado. Nos miramos y el continua
tocando. Trato de imaginarme como suena la canción pero no lo logro. Miro hacia
la puerta y bajo la mirada confundido.
LA HISTORIA QUE CONTAMOS
Gabriel es un joven de 19 años que, a pesar de sufrir una enfermedad que lo dejó
sordo hace seis meses, es plenamente feliz. Con el tiempo encontró la habilidad
de mirar el mundo desde un lugar distinto al que tenía cuando escuchaba. Allí se
refugia de las exigencias de la sociedad y de su familia.
Antes de quedarse sordo, Gabriel se sentía presionado por definir su lugar en la
sociedad, más que nada porque recién dejaba el colegio y se esperaba que elija
una vocación. Al quedarse sordo, esos problemas pasaron a segundo lugar.
Gabriel mira a su alrededor con ojo crítico y de manera fantástica.
A pesar de que encontró la felicidad en su situación, su familia sigue buscando
una manera de que el vuelva a escuchar, además de que aprenda el lenguaje de
señas. Gabriel disfruta de su condición mientras sufre por no poder esuchar la
nueva canción que ha aprendido su hermano Juli en el piano.
RECURSOS
visuales
Elegimos la animación porque queremos mostrar libremente las fantasías de
nuestro personaje hacia las situaciones cotideanas que lo rodean. Su visión del
mundo ha cambiado con la privación de la escucha y queremos mostrar que
recibe una mayor estimulación visual, olfativa e incluso intelectual cuando cambia
su eje perceptivo. Creemos que la animacion es una herramienta que permite
trabajar este recurso llevando la realidad a un plano interior del personaje y las
cuestiones que lo afectan.
Ejemplos: “Snack and Drink“; “Julian in the Woods“.
colores
La distorsión pasa por el punto de vista del personaje.
Los colores van a ser fieles a la realidad mientras, como espectadores, miramos a
Gabriel, pero cuando él mira, imagina y critica, los colores se regirán por un
mundo mental de colores fantásticos y artificiales.
Ejemplos. Ver referencia PROPUESTA ESTETICA De lo real a la animación.
auditivos
El cortometraje va acompañado por una narración en off del personaje.
La focalizacion se trabaja desde un “adentro“ del personaje y un “afuera“ del
mismo: el audio estará dividido, por un lado, por la voz pensante del personaje,
su silencio y su recuerdo de los sonidos, y por otro lado, el sonido del mundo real.
Habrá una dicotomía entre lo que él cree que está oyendo y lo que realmente
estaría oyendo. Lo que él cree que está oyendo está regido por la memoria
musical del personaje: él vive y ve situaciones que las relaciona con recuerdos
musicales. La memoria es selectiva y depende de las emociones. Así, nuestro
personaje adjudicará gracias a su memoria selectiva el sonido que crea
conveniente a su situación. Dicho sonido será fiel a la limitada cantidad de
información que podemos registar y guardar en nuestra memoria de una cancion.
De esta manera, quizás recuerde el estribillo de una canción o el solo de una
guitarra o el principio de una canción que abre con bombos. La canción no sonará
con todos los instrumentos que la componen. El sonido, siempre que se trabaje la
focalizacion desde su mirada, será totalmente subjetivo a Gabriel.
Ejemplos: Babel: la escena donde Chieko Wataya entra al club nocturno y cuando
toma éxtasis en la plaza con sus amigos.
REFERENTES:
Into the wild, Carlos Nine, Turcios, Tomek Baginkski, Stranger than fiction, Lev
Tolstói, Mahatma Gandhi, Thoreau
MM
Primero debo pasar a buscar a Juli por el colegio. Cruzo por la plaza donde se
juntan los paseadores de perros a dejar que los perros paseen solos. Llego al
concreto y las veredas serrucho y veo a un grupo de gente que parece estar
haciendo la ola mientras se balancea de izquierda a derecha para intentar
descifrar el número de colectivo que se aproxima dos cuadras mas atrás. De
pronto, todos levantan la mano para frenarlo. Me acuerdo de cuando fui a la
cancha hace dos domingos. Qué mal jugó el rojo y que contento estaba Matías.
Continuo con mi caminata y observo a los porteros mientras limpian su parte de la
calle. Que dedicación. Me siento mal al pasar porque cargo con un poco de tierra
de la plaza y no quiero ensuciar el trabajo de los señores de color oliva. Ojala
todos cuidásemos la ciudad como lo hacen estos hombres pero sin la necesidad
del dinero. Adelante mío tiran una lata. Recojo la lata y la tiro en un tacho gigante
que dice reciclables. Levanto la mirada y la veo a Clara que me saluda contenta
mientras atiende a una señora en el local de zapatos donde trabaja. Su sonrisa es
perfecta y me eleva. Le devuelvo el saludo y doblo la cuadra mientras siento que
floto. Un gran grupo de jóvenes camina hacia mi. Se ríen de cosas que no parecen
tan graciosas. Algunos parecen estar mandando mensajes de texto mientras
cuentan anécdotas. Me doy cuenta que es intimidante ver a un grupo de personas
uniformadas caminando en dirección opuesta. Me tranquilizo pensando en que
hace dos años yo estaba en la misma situación y no la extraño.
Juli me ataja de atrás, me agacho y lo saludo con un beso. Nos sonreímos y
caminamos las dos cuadras que separan mi casa del colegio.
Llegamos al departamento y el lugar parece estar distinto de cuando lo dejé esta
mañana. Hay perfume a rosas mezclado con colonia James Smart. Siento mucho
hambre. Juli se va a su cuarto y yo entro en la cocina. Norma me hace señas de
que me marche. Me hago el distraído, avanzo hacia una cacerola tapada y la
destapo. Uaauhh, encuentro un salmón dorándose. Hace tanto que no como
salmón. También hay papines, alcaparras, cebollitas, ajo, zanahoria
caramelizada, que rico. Norma me toma del brazo y me dice que me vaya. En el
pasillo me encuentro con mi madre que me pide que me bañe rápido y los
encuentre en el comedor ya que tienen un invitado especial que quieren
presentarme.
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