jueves, 28 de mayo de 2009

Cortometraje - animación

 

 

 

 

 

 

 

LA ENFERMEDAD QUE ME CURA 

 

Cortometraje Animado 

 

DAV III 

campos trilnick 

fadu 

UBA 

 

Douglas Sibbald – Michelle Clark – Magdalena Pacheco 

Grupo 17 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

TEMA 

 

 

La Identidad. La sociedad corrupta. La familia. La inseguridad personal. 

 

IDEA 

 

Los cánones sociales, fomentados desde la sociedad misma y reforzados por el 

ámbito familiar, limitan la búsqueda de identidad de los jóvenes ejerciendo 

presiones y expectativas sobre ellos. 

 

HISTORIA BREVE 

 

Estoy tan contento. Todos a mi alrededor parecen preocupados por mi y yo estoy 

feliz. Antes estaba preocupado y sentía mucha presión por decidir quien debía 

ser. Hoy eso ya no existe. Hoy ya me dieron la excusa de no necesitar ser alguien 

y las ganas de hacer algo me están volviendo de manera verdadera y no forzada. 

 

Me diagnosticaron perdida perceptiva del sonido en ambos oídos. No es una 

enfermedad común. Lo médicos locales no saben como tratarla y esperan que no 

se propague al resto de mis sentidos.  

Extraño la música pero puedo sentirla en mi pecho cuando toco el cajón peruano.  

Prefiero el silencio que los gritos de la gente y las bocinas y el caos y la mentira. 

Es mas difícil mentirle a un sordo ya que escribir las cosas demanda mas esfuerzo 

y mas conciencia. Muy poca gente sabe el lenguaje de los signos sordomudo. Yo 

no lo aprendí y no se leer los labios. No se si quiero aprender tampoco. Ya 

veremos. 

 

Estoy yendo a encontrarme con mis padres luego de una larga vuelta por la 

ciudad en el bus turístico. Tengo entradas gratis para todo tipo de eventos, ferias, 

museos y viajes por mi condición de discapacitado. Cada vez que viajo encuentro 

cosas nuevas que fueron construidas antes de que mi abuela aprenda a decir 

perro. Si, al parecer tardó mas en decir Mama y Papá que perro. A mi me sucedió 

lo mismo pero con la coca-cola. Hoy ya no la tomo porque me marea. 

 

No me preocupo. Me ducho tranquilo. Mucho mas tranquilo que antes porque no 

tiene sentido estar atento al golpe de la puerta. Yo no lo escucho y tampoco se 

animan a entrar. 

 

Llego al comedor y noto que empezaron a comer. Un hombre alto y con bigote me 

sonríe mientras se para y me estrecha la mano. Yo lo saludo sin entender que 

aquel hombre tan gentil sería mi mayor amenaza. 

 

Me presentan una carpeta donde se me ofrece viajar a un Instituto para jóvenes 

con condiciones especiales en Canadá. Allí me podré relacionar con gente como 

yo y aprender lenguaje de signos, lectura de labios y además cumplir con un 

mayor numero de estudios que yo estaba evadiendo en Bs. As. 

De pronto todo cambia. No tengo excusa ya para evadir a esta sociedad que se 

pelea continuamente. En todos lados es igual. Me niego a ir. La sonrisa se esfuma 

de la cara de mis padres y surge la misma cara de desilusión que se mudó a su 

rostro cuando dejé de escuchar. ¿Porque volver a entender lo inentendible? 

¿Porque volver a relacionarme con lo corrupto, malicioso y temible del sistema? 

 

Me levanto de la mesa sin permiso y me dirijo al cuarto de Juli. Me siento a su 

lado y lo acompaño mientras él toca el teclado. Nos miramos y el continua 

tocando. Trato de imaginarme como suena la canción pero no lo logro. Miro hacia 

la puerta y bajo la mirada confundido. 

 

 

LA HISTORIA QUE CONTAMOS 

 

Gabriel es un joven de 19 años que, a pesar de sufrir una enfermedad que lo dejó 

sordo hace seis meses, es plenamente feliz. Con el tiempo encontró la habilidad 

de mirar el mundo desde un lugar distinto al que tenía cuando escuchaba. Allí se 

refugia de las exigencias de la sociedad y de su familia. 

 

Antes de quedarse sordo, Gabriel se sentía presionado por definir su lugar en la 

sociedad, más que nada porque recién dejaba el colegio y se esperaba que elija 

una vocación. Al quedarse sordo, esos problemas pasaron a segundo lugar. 

Gabriel mira a su alrededor con ojo crítico y de manera fantástica.  

A pesar de que encontró la felicidad en su situación, su familia sigue buscando 

una manera de que el vuelva a escuchar, además de que aprenda el lenguaje de 

señas. Gabriel disfruta de su condición mientras sufre por no poder esuchar la 

nueva canción que ha aprendido su hermano Juli en el piano. 

 

 

RECURSOS 

 

visuales 

Elegimos la animación porque queremos mostrar libremente las fantasías de 

nuestro personaje hacia las situaciones cotideanas que lo rodean. Su visión del 

mundo ha cambiado con la privación de la escucha y queremos mostrar que 

recibe una mayor estimulación visual, olfativa e incluso intelectual cuando cambia 

su eje perceptivo. Creemos que la animacion es una herramienta que permite 

trabajar este recurso llevando la realidad a un plano interior del personaje y las 

cuestiones que lo afectan. 

 

Ejemplos: “Snack and Drink“; “Julian in the Woods“. 

 

colores 

La distorsión pasa por el punto de vista del personaje.  

Los colores van a ser fieles a la realidad mientras, como espectadores, miramos a 

Gabriel, pero cuando él mira, imagina y critica, los colores se regirán por un 

mundo mental de colores fantásticos y artificiales. 

 

Ejemplos. Ver referencia PROPUESTA ESTETICA De lo real a la animación. 

 

auditivos 

El cortometraje va acompañado por una narración en off del personaje.  

La focalizacion se trabaja desde un “adentro“ del personaje y un “afuera“ del 

mismo: el audio estará dividido, por un lado, por la voz pensante del personaje, 

su silencio y su recuerdo de los sonidos, y por otro lado, el sonido del mundo real.  

Habrá una dicotomía entre lo que él cree que está oyendo y lo que realmente 

estaría oyendo. Lo que él cree que está oyendo está regido por la memoria 

musical del personaje: él vive y ve situaciones que las relaciona con recuerdos 

musicales. La memoria es selectiva y depende de las emociones. Así, nuestro 

personaje adjudicará gracias a su memoria selectiva el sonido que crea 

conveniente a su situación. Dicho sonido será fiel a la limitada cantidad de 

información que podemos registar y guardar en nuestra memoria de una cancion. 

De esta manera, quizás recuerde el estribillo de una canción o el solo de una 

guitarra o el principio de una canción que abre con bombos. La canción no sonará 

con todos los instrumentos que la componen. El sonido, siempre que se trabaje la 

focalizacion desde su mirada, será totalmente subjetivo a Gabriel. 

 

Ejemplos: Babel: la escena donde Chieko Wataya entra al club nocturno y cuando 

toma éxtasis en la plaza con sus amigos. 

 

 

REFERENTES: 

 

Into the wild, Carlos Nine, Turcios, Tomek Baginkski, Stranger than fiction, Lev 

Tolstói, Mahatma Gandhi, Thoreau 

 

MM 

 

 

Primero debo pasar a buscar a Juli por el colegio. Cruzo por la plaza donde se 

juntan los paseadores de perros a dejar que los perros paseen solos. Llego al 

concreto y las veredas serrucho y veo a un grupo de gente que parece estar 

haciendo la ola mientras se balancea de izquierda a derecha para intentar 

descifrar el número de colectivo que se aproxima dos cuadras mas atrás. De 

pronto, todos levantan la mano para frenarlo. Me acuerdo de cuando fui a la 

cancha hace dos domingos. Qué mal jugó el rojo y que contento estaba Matías. 

Continuo con mi caminata y observo a los porteros mientras limpian su parte de la 

calle. Que dedicación. Me siento mal al pasar porque cargo con un poco de tierra 

de la plaza y no quiero ensuciar el trabajo de los señores de color oliva. Ojala 

todos cuidásemos la ciudad como lo hacen estos hombres pero sin la necesidad 

del dinero. Adelante mío tiran una lata. Recojo la lata y la tiro en un tacho gigante 

que dice reciclables. Levanto la mirada y la veo a Clara que me saluda contenta 

mientras atiende a una señora en el local de zapatos donde trabaja. Su sonrisa es 

perfecta y me eleva. Le devuelvo el saludo y doblo la cuadra mientras siento que 

floto. Un gran grupo de jóvenes camina hacia mi. Se ríen de cosas que no parecen 

tan graciosas. Algunos parecen estar mandando mensajes de texto mientras 

cuentan anécdotas. Me doy cuenta que es intimidante ver a un grupo de personas 

uniformadas caminando en dirección opuesta. Me tranquilizo pensando en que 

hace dos años yo estaba en la misma situación y no la extraño. 

Juli me ataja de atrás, me agacho y lo saludo con un beso. Nos sonreímos y 

caminamos las dos cuadras que separan mi casa del colegio. 

 

Llegamos al departamento y el lugar parece estar distinto de cuando lo dejé esta 

mañana. Hay perfume a rosas mezclado con colonia James Smart. Siento mucho 

hambre. Juli se va a su cuarto y yo entro en la cocina. Norma me hace señas de 

que me marche. Me hago el distraído, avanzo hacia una cacerola tapada y la 

destapo. Uaauhh, encuentro un salmón dorándose. Hace tanto que no como 

salmón. También hay papines, alcaparras, cebollitas, ajo, zanahoria 

caramelizada, que rico. Norma me toma del brazo y me dice que me vaya. En el 

pasillo me encuentro con mi madre que me pide que me bañe rápido y los 

encuentre en el comedor ya que tienen un invitado especial que quieren 

presentarme.  

 

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